Fotografiando el presente, conservando historia. La fotografía como fuente de memoria para el estudio de la historia. Aporte metodológico
La fotografía es un fragmento del pasado conservado gracias a la intervención de un filtro cultural: el fotógrafo. El artefacto resultante, la instantánea, resulta un soporte de memoria útil para la Historia porque muestra su propio pasado en el contenido, aporta información sobre su propia génesis y acerca de una realidad espacio temporal de lo acontecido, y presenta un doble testimonio (tanto de lo retratado como del fotógrafo que retrata). Además puede portar un mensaje político- ideológico que pase desapercibido tras una mirada apresurada. Por tanto, será misión del historiador desenmascarar esa información a través del escudriñamiento de la imagen. Para llegar a este punto, es necesario realizar una reflexión teórico-metodológica, propia del conocimiento formal, que proporcione los fundamentos metodológicos y las herramientas necesarias que se emplearán, después, en la aplicación visual, en el trabajo directo con las fotografías. El objetivo de este artículo es aportar una propuesta metodológica y aplicarla a un ejemplo concreto a modo de experiencia de laboratorio.