Madrid finales de los 70, cuatro artistas de distintas disciplinas alquilan el sótano de una sastrería en la calle Núñez de Arce en pleno corazón de la ciudad. Empieza como taller compartido de artistas, pero pronto empezará a generar otras facetas como la formación y la difusión de los trabajos. En 1981 queda como único inquilino el polifacético artista y performer canario Pedro Garhel, que lo abrirá al público generando un espacio de formación, difusión y encuentro, nace Espacio “P”.